Hay libros narrados en pasado, hay otros narrados en presente. Hay historias con las que siempre te preguntaras "¿y qué pasó antes?" Otras con las que te preguntas "¿y qué pasará después?". Hay libros de todos los tipos. Hay libros que te hacen divertirte mientras lo lees, y morirte de risa. Libros que te levantan el animo, libros que despiertan tu interés interior. Hay libros que lees con tanta curiosidad... Libros misteriosos que te asustan, al fin y al cabo la curiosidad mato al gato.
Hay libros que en un principio no entiendes, pero cuando los vuelves a leer mas tarde tienen mucho sentido. Hay libros con los que puedes llegar a enfadarte, porque no te gusta como se trata a los personajes. Hay libros de finales felices y libros de final devastador. Libros que envidias, por la historia que tienen, libros que olvidas, hasta que necesitas recordarlos de nuevo. Libros que siempre estarán ahí para releerlos; siempre, hasta en los peores momentos. Otros libros son simplemente historias fugaces que pasan por tu vida, los olvidas. Hay libros que pesan, son grandes y ocupan mucho espacio, pero aún así, los llevas a todas partes contigo. Porque todas las historias de terminan repitiendo, y de todos los libros aprendemos.
Los libros son como las personas. Nunca juzgues un libro por su portada.
Bueno, después de este minitexto que hace ya tiempo que escribí – pero aún no había publicado – os dejó por aquí mi frase, cancion e imagen del día:
Quise ser estrella aunque fría y distante, en vez de llama ardiente que se apaga al instante... (Mía propia)

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